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Thursday 20 October 2016

EL 69 Y SU HISTORIA.

A ver, Pepito, ¿cuánto es uno y uno? “Sesenta y nueve, maestra...”. Tan brillante ecuación pertenece al escritor surrealista francés Raymond Queneau. Dos personas enlazadas la una sobre el sexo de la otra... Fácilmente se puede saber, que el 69 se ha convertido en el número erótico por excelencia.

¿Gozaron nuestros abuelos del 69? Sin duda, porque no hay nada nuevo bajo el sol. Aunque, desde luego, no disfrutaron de él con la intensidad con que lo hicieron nuestros padres que, en este terreno, se llevaron la palma, pues los hijos no lo han hecho tan bien, al toparse con la amenaza del SIDA.


Todas las expresiones que hacen fortuna han dormido previamente en la antesala de la lengua. Fue en Francia donde se acuñó tan ilustrativa metáfora, que debió de vivir previamente muchos años en el argot de los prostíbulos y clubes nocturnos de Pigalle.

 Un buen día, la revolución sexual que se inició en los años sesenta se adueñó de la palabra y la extendió a todas las capas de la sociedad francesa. El entusiasmo icónico de mayo del 68 hace de ella su bandera: ‘¡La imaginación al poder! ¡El 69 al poder!’. Tanto monta, monta tanto…

El año erótico
Al año siguiente, el dúo formado por Serge Gainsborough y Jane Birkin, proclaman al tiempo que cantan: ‘¡69: año erótico!’. Es entonces cuando la expresión se extiende como la pólvora por todo el mundo y entra, como si hubiera existido siempre. Es lo que ocurre con los términos que definen una época en todos los idiomas. ‘Le soixante-neuf’. ‘The sixty-nine’. ‘El sesenta y nueve’. ‘Il sessanta nove’...

Tanto el nombre como su práctica van ligados a la revolución sexual de los sesenta y, dentro de ella, a la liberación de la mujer y a su equiparación con el hombre. No hay una postura que suponga mayor igualdad. Lo que está arriba, está abajo; lo que está abajo, está arriba.

Parece que el verdadero erotismo comienza con el proclamado año erótico. Era normal que el 69, como expresión y como práctica, haya estado borrado de la historia de Occidente hasta tiempos relativamente modernos.

En la década de los sesenta el término entra con todos sus honores en la literatura. Otra cosa es que comienza a practicarse con frecuencia, que no lo parecía, al menos en el mundo occidental. Es significativo que, en todo el revolucionario informe de Shere Hite (1976), donde se reivindica la sexualidad femenina, se le conceda un papel modestísimo de media página entre quinientas y casi denigratorio. 

Es el momento de aproximarnos a Oriente, donde hacía ya dos mil años que la postura se practicaba y, además, ¡tenía un nombre! En el templo Laksmana de Khajurabo (India), construido en el siglo X A.C., contemplamos apasionadas esculturas en lo que Vatsyayana denominaría en los ‘Kama Sutra’ ‘kalila’ o postura del cuervo, tal vez por la costumbre de estos pájaros de entrelazar las cabezas, que no es otra que el 69.

Debía de ser tan practicada que el mismo Vatsyayana afirma que “algunas cortesanas están tan obsesionadas por esta forma de placer físico que abandonan a amantes ricos, honestos e inteligentes por hombres pobres y vulgares, tales como esclavos o conductores de elefantes, que se avienen a esta práctica”. En ese momento en Europa se desarrollaba la Edad Media, donde esta postura resultaba simplemente inconcebible. Sin embargo, constituyó y sigue constituyendo una de las prácticas fundamentales del taoísmo.

Bien visto, el 69 es un ‘taichí’ símbolo taoísta, donde fluyen armónicamente el yin y el yang. Para los tantrikas, monjes que siguen el camino religioso taoísta a través del sexo, la práctica oral recíproca crea una progresiva corriente de energía que nivela, integra y regenera tanto el cuerpo como la mente. 
La pareja se convierte en el dios Ganesh holgando con su ‘partenaire’ en un estado de paradisíaco nirvana. Quizá por ello, representan continuamente la postura en libros y templos. En Bundi (India) se conserva una bellísima ilustración del siglo XVIII donde una pareja real goza del ‘kalila’ o 69. 

Pero podemos ir más lejos y así, vemos una detallada representación en uno de los paneles que tapizan una mansión persa del siglo XIX: de dos estilizados amantes se lamen regocijadamente los sexos.

La flauta de Jade
La cifra del 69 es idéntica a los caracteres que los astrólogos utilizan para el signo de cáncer, un signo de agua, como de agua es todo en una postura donde las bocas se derraman como ríos sobre los sexos. 
El 69 se convierte en la postura de los poetas del sexo, de quienes aman el cuerpo que es diferente y desean abismarse en los secretos del otro. 

Nadie que no esté dispuesto a dar algo de sí practicará esta postura. Así, la ‘fellatio’ se convierte en tocar la flauta de jade. Y el ‘cunnilinguus’, en beber en la fuente de jade. Y todo, en el juego del viento y la luna. Y los amantes son dos dioses dando nuevo origen a la creación.  
Las tres posturas del 69

Para el refinamiento oriental no hay una sola forma de 69 sino, al menos, tres. La primera, la clásica: la mujer tendida de espaldas sobre el lecho y el hombre, encima. 

En la segunda posición, el hombre está de pie mientras la mujer, con los muslos anudados a su cuello, posa la cabeza en su sexo. En la tercera, ambos amantes reposan de costado en sentido inverso; esta es la posición descrita por Xaviera Hollander, la alegre ‘madame’ que dirigió durante años el consultorio sexológico de la revista ‘Penthouse’, como su favorita: “Me gusta la posición del 69 estilo francés, en la que los amantes se complacen el uno al otro oralmente. 

El hombre se tiende sobre el lado izquierdo con la cabeza frente a la vagina y la mujer se tiende del lado derecho con la boca frente al miembro del hombre. Se trata de un juego preliminar antes del acto, pero durante estos juegos se puede alcanzar el orgasmo, y con mucha intensidad, por cierto.

 El acto sexual en la posición 69 me proporciona satisfacción absoluta tanto psicológica como física”. Esta posición resulta, sin duda, la más igualitaria de todas, ya que ningún miembro de la pareja se sostiene sobre el otro.

Tuesday 18 October 2016

LOS 12 SIGNOS DEL ZODIACO

Los 12 signos del zodíaco, mirando la bandera europea o mirando una moneda de un euro vemos un símbolo de 12 estrellas formando un círculo, en la Wikipedia  se le textualmente que el único motivo para que sean 12 las estrellas que forman el símbolo de la unión europea, cosa que no tiene relación ninguna con el número de miembros, es que se trata de un símbolo de perfección, el número 12 ha jugado un papel importante a lo largo de la historia y la religión cristiana.

Es el número de discípulos que eligió según cuenta la leyenda, Jesús, el número 12 es también simbólico, significa "elección". Por eso se habla de las 12 tribus de Israel, cuando en realidad el Antiguo Testamento menciona más de 12; pero con esto se quiere decir que eran tribus "elegidas". Igualmente se agrupan en 12 a los profetas menores del Antiguo Testamento.

Esto dice la Wikipedia si preguntamos por las partículas que forman toda la materia del universo y que son !SI! son 12, y esto se comienza a poner interesante.


 El modelo estándar conjetura que existen doce tipos de partículas de materia, que combinadas forman todos los leptones y hadrones del universo. Seis de éstos se clasifican como quarks (Arriba, abajo, extraño, atracción), y los otros seis como leptones (electrón, muon, tau, y sus neutrinos correspondientes).
También el Evangelio menciona 12 apóstoles de Jesús, que resultan ser más de 12 si comparamos sus nombres; pero se los llama "Los Doce" porque son los elegidos del Señor. Asimismo Jesús asegura tener 12 legiones de ángeles a su disposición (Mt 26,53). El Apocalipsis hablará de 12 estrellas que coronan a la Mujer, 12 puertas de Jerusalén, 12 ángeles, 12 frutos del árbol de la vida.

El numero 12 también juega un papel relevante en la vida de Pitágoras, pues se trata de uno de sus solidos regulares, posiblemente el más interesante, pues está compuesto por 12 lados pentagonales, el pentágono fue el símbolo de la escuela pitagórica. El número 12 no sólo está presente en la religión cristiana, los primitivos pueblos japoneses reconocían la existencia de 12 dioses, platón en su República admitía la existencia de 12 dioses, para los Etruscos también fue número de perfección y ya contaban con doce divisiones por las que transitaba el sol diariamente.

 Pero para el caso que nos ocupa, la astrología, existe algo mucho más evidente y un motivo mucho más simple para esta división, un círculo que es la forma que tiene un mandala astrológico y está formado por 360° dividiendo estos en 12 partes iguales nos quedan 12 partes de 30° cada una, 

resultando la división mas lógica para un periodo anual,  por si esto fuera poco hay una explicación mucho más clara, el tiempo transcurrido entre una luna llena y otra es aproximadamente de 28 días, ¿cuántas lunas llenas se producen a lo largo de un año? Pues claro son 12. Es interesante señalar que de todos los calendarios de la historia, nos hemos quedado y finalmente y evolucionamos de manera mayoritaria con el que subdivide en 12.
La astrología antigua tenía en gran consideración la influencia lunar, otra curiosidad sería el caso de los meses del año que igualmente son 12 pero que sabemos a ciencia cierta que en un principio eran 10 y le sumaron julio y agosto uno añadido por Julio César y otro por el emperador augusto, quedando el calendario tal como está hoy en día 12 meses, Bueno, si sabemos que el año puede dividirse de manera distinta ¿porque empleamos el doce? y las horas, ¿no podrían ser cambiadas y elegir otro número? ¿Porque si existen otras maneras de dividir el tiempo empleamos esta?
Los Etruscos, los evangelios, las partículas fundamentales que forman el modelo estándar, la astrología, la bandera de la unión europea, el calendario, o cada vez que miramos en reloj, es siempre lo mismo, se trata de una elección que busca la perfección, y se basa en el modelo natural.

Alguien piensa que Kepler, galileo o newton todos ellos practicantes y grandes conocedores de la astrología, galileo incluso la utilizo como medio de vida,  no conocían la existencia de otras constelaciones? Es evidente que la existencia de 12 signos del zodiaco no es arbitraria.